Un saludo a todos y bienvenidos e este Reflejo.
Quiero dedicar esta entrada a la Permacultura. En las últimas dos semanas me fui a conocer dos increíbles lugares, aquí, en Colombia, donde chicos y chicas de varios países están poniendo en práctica esta nueva visión del mundo y de la vida.
Sin embargo, tal vez alguien se está preguntando: ¿quienes son los muchachos de la foto? Aquel que está a la derecha soy yo, pero, ¿los otros dos? ¿Será que tal vez guardan relación con la Permacultura? Puede que si, pero dejaremos a un lado el asunto de su indentidad y empezaremos a dar algun paso por este nuevo sendero permacultural.
Ya había escuchado esta palabra mágica “permacultura”, aquí en Colombia, en la época de mi primera estadía y luego de eso leí un libro. Había tratado de aplicar algunos principios haciendo una pequeña huerta vertical en el balcón de la casa donde vivo y también en el Bed & Breakfast, el pequeño hospedaje que administro con mi familia. Sin embargo, nunca habría podido imaginar antes, conocer personas que están dedicando toda su vida a esto, que fuese una disciplina tan compleja e interesante.
Entonces, ¿cómo conocì la Permacultura? Y sobretodo, ¿qué es la Permacultura?
Quiero responder la primera pregunta. Gracias al libro, había entendido que las actividades humanas están utilizando actualmente más recursos de los que producen y esto inevitablemente esta llevando a un punto de colapso en el que la plata ya no va a servir para comprar alimentos porque el riesgo que estamos corriendo es que no habrá alimentos para todos. Pues la única posibilidad que tenemos para evitar eso es cambiar de forma radical nuestro estilo de vida. Entonces, se trata de cultivar la tierra de una forma más sana, respetarla, evitar fertilizantes químicos, comprar comida orgánica, reducir la basura que producimos, truequear en vez de comprar, entre otras. Cuándo volví a Italia noté que en el piso compartido donde me fui a vivir teníamos cinco secadores de pelo para cinco personas. ¿En serio necesitamos cinco secadores? Cinco secadores llevan consigo como consecuencia cinco empresas que los producen, cinco camiones que los transportan, cinco y más aviones o barcos que transportan los componentes que los constituyen y todo ¿para que? ¿Para no esperar que el otro termine de secarse el pelo?
No sé cuan apropiado es el ejemplo, pero considero que si miramos en nuestras casas, sobretodo en los países de la vieja Europa, seguramente podemos encontrar muchísimos ejemplos parecidos e incluso más graves. ¿Cuánto dinero podríamos ahorrar empezando a plantear la pregunta de lo que realmente necesitamos? ¿Cuánto menos podriamos contaminar el planeta? Todo esto empezó a poco a poco a proporcionarme la idea de que la Permacultura es mucho más que un simple nuevo metodo de agricultura. Pero, ni siquiera sospechaba cuántos otros aspectos comprende hasta el día en que conocí a los muchachos de la foto.
Sus nombres son Marco e Irene y son dos hermanos de Turín que desde hace un año están recorriendo toda Latinoamerica. En Colombia participaron a un curso de diseño Permacultural que cambió radical y profundamente sus vidas. Después de diez dias de aprendizaje, entendieron que el futuro le brindaba la ocasión de volver a italia para transformar la finca de sus padres en un lugar sostenible, donde aplicar los principios que habían aprendido.
El día en que conocí a Irene, me hablò del Proyecto Gaia, un terreno de diez hectareas donde un grupo de chicos y chicas estaban aplicando principios de permacultura, en Santa Sofía, Boyacá, a poco más de tres horas de Bogotá. Decidí de una vez aprovechar de esta oportunidad y me fui a conocerlos. Cuando llegué al Parque del pueblo, dos muchachos con pinta de malabaristas estaban sentados debajo de la sombra de un arbolito. Me fui a charlar con ellos y descubrí que concluían un mes de voluntariado justo en el Proyecto. Él es colombiano y ella francesa. Me indicaron el camino y les agradecí, me despedí y empecé a marchar. Dejo la palabra a las imágenes, acá va la primera parte:
https:\/\/reflejosdeluz.bebidueoleandri.com//reflejosdeluz.bebidueoleandri.com//youtu.be/wMQBahmKr-c
Y la segunda:
https:\/\/reflejosdeluz.bebidueoleandri.com//reflejosdeluz.bebidueoleandri.com//youtu.be/4auE3IbSDew
Luego de eso, encontré un camion que estaba llevando arena justo al Proyecto. El chofer decidió llevarme y asi llegué.
Estos son los chicos del Proyecto, trabajando en la construcción de una nueva casa. Ya construyeron tres, utilizando principios de bio-edilicia, utilizando arcilla, barro, y materiales reciclados cuales botellas de vidrio de varios colores:
Estas casas tienen un techo verde es decir un pequeño pasto en lugar de las tejas. Un techo verde reduce las variaciones de temperatura entre noche y día, surte efecto como aislamiento térmico y absorbe la lluvia. Piensa en una aplicación a larga escala en las ciudades: podría reducir e incluso evitar el riesgo de inundaciones. Y por supuesto, produce oxigeno y…si se puede subir al techo y sembrar aromaticas….nadie impide cosecharlas!
Pero a parte de las ingenionas soluciones prácticas, lo que me sorprendió es que la Permacultura abarca diferentes disciplinas que ni siquiera imaginaría. Se describe como una “flor” con siete petalos, donde cada pétalo se refiere a una disciplina como la economía o el bienestar fisico y espiritual. Es decir, hay mucho por descubrir y todavía no conozco todo.
Volviendo a las cosas que conocí, hay una que me encantó mucho. Desde niños nos acostumbran a recibir instrucciones y órdenes. Cuándo llegamos a un lugar o empezamos una actividad nueva, es muy probable que nos quedemos parados sin saber que hacer hasta que alguien nos indica qué y cómo hacerlo. Acostumbrados a estos esquemas, empecé a preguntar que es lo qué yo podía hacer y cómo, pero vi a los muchachos reírse y responder solo hacer “de la manera que yo consideraba ser mejor”. Al principio fue duro y no entendí como una actividad colectiva podía funcionar de esa manera pero finalmente, y a través de la observación, me dí cuenta que cada uno de ellos estaba trabajando en algo, y daban la impresión de moverse como células de un único y sano organismo, actuando en total autonomía.
Desde entonces me dí cuenta que ser auto-suficientes en una visión permacultural no quiere decir solo comerse las hortalizas que cada uno cultiva, sino llegar a tener la capacidad de decidir y actuar con autonomía, sin necesidad de que haya alguien diciéndote “cual es tu tarea” y explicándote “como” se cumple.
Volvemos a las soluciones practicas. Fíjate en esta foto:
No parece nada más que un pequeño espejo de agua, pero al mismo tiempo es mucho más de lo que aparenta ser:
https:\/\/reflejosdeluz.bebidueoleandri.com//reflejosdeluz.bebidueoleandri.com//youtu.be/Gb6HgbCgH8A
Como otras regiones, esta también padece la escasez de agua. Esta depende en parte de las condiciones del clima y del otro de las actividades humanas. La tierra sin vegetación y pisada por el ganado, no alcanza a absorber el agua que derrumba hacía los rios. Así muchas tierras se están convirtiendo en un desierto y es así que se originan las inundaciones.
El Proyecto Gaia ya tiene cuatro lagos artificiales y según lo que me comentó Betto Gomez, uno de los chicos que arrancó con el proyecto, dentro de algunos años van a tener hasta diez. Lo que sorprende y conmueve es que entre más uno se acerca al agua, más grande va a ser la cantidad y la variedad de especies animales y vegetales que se encuentran. Nada nuevo, ya sabemos que la vida nace en el agua, lo que sorprende es que todo esto se pueda adquirir con solo trabajo humano y agua de lluvia. Genial, ¿cierto? Otra vez vuelvo a decir: imagínate una aplicación parecida en las ciudades. En Italia solo en los últimos meses en la ciudad de Genoa y hasta en el pueblo en donde nací Carrara, se dieron peligrosas inundaciones causadas por la incapacidad del suelo de retener el agua.
Luego de visitar el Proyecto Gaia, decidí participar en un curso de permacultura en la finca El Clavelito, en Villavicencio. Ahí participé en la construcción de una huerta casera, aprendí técnicas de regeneración de suelo y a producir con mis manos productos de aseo personal. Pero sobretodo, profundicé lo que para mi es uno de los aspectos más importantes de la Permacultura: una manera muy distinta de considerar la comunicación y las relaciones entre las personas. Teniendo en cuenta que falta mucho para contar, voy a escribir sobre eso en el próximo Reflejo.
Irene y Marco estan organizando un Curso de diseño permacultural en su finca en Verrua Savoia, Turín, Italia en el mes de agosto, con un facilitador colombiano, Tierra Martinez. Si pienso en eso, creo me doy cuenta una vez más de cual es el significado más profundo de viajar: mucho más que conocer lugares lindos, más que divertirse y conocer gente simpática. Es darse cuenta que las distancias no son límites, que todo está a nuestro alcance, que a pesar de las diferencias culturales somos más parecidos de lo que consideramos ser, es fundir culturas en una sola, única, la gran cultura del futuro: la del bienestar y de la conciencia. Si queremos, podemos construir un mundo mejor. No es nada utópico, está totalmente a nuestro alcance.
Me despido con una foto, con los reflejos de luz que se filtraban detrás de las nubes, mientras me devolvía al pueblo de Santa Sofía.
Hasta el próximo Reflejo.
Elvio
Quiero dar las gracias a Luz Marcela Ayala por la revisión del texto y sus valiosas correcciones.
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