El viajelvio

Hace un mes todavía estaba en Colombia y faltaban pocos días para volver a Italia. Ya tenía el pasaje de vuelta, la visa estaba venciendo, tenía que vender la moto y en mi corazón había mucha tristeza. Sin embargo, justo el día en el que me fui al sur de Bogotá para vender a Daisy (mi moto), se me ocurrió una idea.

Queridos amigos y amigas´,

estoy escribiendo desde Grosseto, Italia para decirle que otra vez me fui de viaje.

Imaginen por un momento que esta entrada es una película y que en este preciso momento se está abriendo un “flashback” … vamos entonces atrás en el tiempo: todavía estoy en Bogotá, frente a la tienda, listo para vender mi moto.

Estoy negociando el precio, cien mil pesos más … cien mil menos … la voz del comprador de repente empieza a desaparecer, me habla pero lo escucho como de lejos, distraído por un pensamiento que entre más pasaba el tiempo se ponía más fuerte…

…ese pensamiento era como una voz que me decía… “puedes seguir viajando, puedes seguir viajando”…. … y desde ese mismo día, mientras aún estaba en Colombia empecé a trabajar a mi nuevo proyecto, que ahora les voy a contar….

…empecé a recolectar correos e informaciones, me puse a escribir, y en el mismo avión de vuelta a averiguar las primeras respuestas y las rutas…

…y bueno, la noticia es que…

43 patrocinadores han decidido participar en mi nueva aventura, voy a escribir un relato detallado  sobre el recorrido y la experiencia… y esos nuevos compañeros de viaje, hoteles y hostales del centro y el sur de Italia me darán hospedaje.

Cada lugar tiene una historia para contar, por ejemplo la de Phil, un chico de origen italiana que nació en Bélgica y después de un recorrido de diez años por todo el mundo, decidió volver (con Mariana, su novia venezolana) en Abruzzo, en la finca de sus abuelos, para cultivar la tierra en manera respetuosa de la naturaleza.

Esta es una pero los otros lugares no tienen nada menos…el primer hospedaje (que ya visité) esta construido con la sal…todavía estoy recolectando informaciones, pero la dueña, Adele, ya me explicó muchas cosas sobre las propiedades sanadoras de la sal, asunto que quiero investigar más.

¿Qué más puedo decir?

Bueno…que escuché una vez que en investigaciones psicológicas acerca de la felicidad se descubrió que uno de los momentos que nos hacen más felices es justamente cuando empieza la búsqueda. El mismo hecho de empezar a buscar regala felicidad al ser humano…y no importa tener las ideas claras sobre lo que estamos buscando, como decía el poeta Antonio Machado

“Caminante no hay camino,

el camino se hace al andar”

Entonces, me despido con otra frase de viaje, esta es de un escritor italiano, Pino Cacucci, el cuál dijo:

“Las raíces son importantes en la vida de un hombre, pero nosotros, los hombres tenemos las piernas, no las raíces y las piernas están hechas para ir a otro lugar

Gracias por leerme…espero me sigas en esta aventura. Si te gusto la entrada y la idea, , dale un me gusta

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Elvio

 

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