Hola a todos y bienvenidos a este nuevo reflejo,
Les pido disculpa por todo este tiempo sin escribir, no me olvidé del blog, al contrario, he tenido mucha inspiración y tengo muchas nuevas cosas por escribir…y sobretodo…he tenido que organizar un viaje.
Si, porque les escribo desde Bogotà, Colombia. Mi querida Colombia, otra vez aquí. Los que siguen el blog saben que buena parte de mi crecimiento (y la misma razón por la cual empecé a escribir) ocurrió en Bogotá pues, estoy muy agradecido a esta ciudad y a su gente, a mis amigos y amigas, estoy muy agradecido de estar aquí por la tercera vez.
El nombre completo de la ciudad es Santa fe de Bogotà, fue fundada en el año 1538. Yo llegué aquí por primera vez en junio del 2013 con la intención de quedarme un mes y terminé con quedarme nueve meses. “Embarazo de Colombia” me dijeron cuando me fui, y puedo decir que en una cierta medida es cierto…la persona que se fue, que volvió a Italia tenía varias cosas distintas de la que había llegado nueve meses antes. Viajar no conlleva necesariamente un crecimiento personal (¿cuantas personas viajan y regresan igualitas a cuando se fueron?); también cabe decir que no se necesita viajar para crecer…sin embargo…viajar es sin duda una oportunidad para crecer. Conocer una cultura distinta de la tuya, aprender a hablar un idioma que no es el tuyo conlleva casi siempre un cambio en la mente y en corazón, es un camino para mirarse desde afuera, definitivamente para conocerse.
Entonces otra vez estoy en Bogotà, 2700 metros más cerca de las estrellas, como dicen por aquí. Estoy feliz y al mismo tiempo una parte de mi hace resistencia. Las ciudades grandes tienen una energía rara…ocho millones de personas concentradas en un grande pedazo de tierra…ruido…contaminación…una ciudad significa todo esto….pero igual significa amistades, significa conciertos, experiencias, oportunidades, pues, voy a vivir lo que la vida, Dios, el Universo me entrega, disfrutando lo más posible. Es muy probable que algún día me iré a vivir en un bosque o en un lugar rodeado de naturaleza. Mientras tanto, me alegro de estar otra vez en la selva de cemento y de estar contando todo esto en el blog. Y sobretodo lo más lindo es compartir otra vez con mi novia, estar otra vez aquí, con ella y…en el día de hoy…por primera vez para mi, ¡pasear en bici por la ciudad!
https:\/\/reflejosdeluz.bebidueoleandri.com//reflejosdeluz.bebidueoleandri.com//www.youtube.com/watch?v=1P6wU_j6FjA
Desde su casa fuimos a pasear en el norte-occidente de la ciudad. Me encantaron especialmente estas escuelas…con estos colores tan lindos…
Debidos al fenomeno conocido como “el niño” Bogotà es muy caliente en esta epoca, caliente como nunca había estado, por lo menos en mis precedentes estadías…pues…con este clima…y además paseando en bici, no hay cosas más divina que una parada para tomar agua de coco….
…yo…
Y Laura al atardecer, mientras la ciudad se prepara a acoger la noche…
En Italia me estoy dedicando siempre más a dictar talleres de crecimiento personal. Justo antes de mi salida, fui a Roma para dictar uno. Me encantó mucho la experiencia, porque después de varios que dicté en Bolonia, la ciudad donde vivo, por primera vez me llamaron para dictar uno afuera…además en la capital, la ciudad eterna, fue una experiencia maravillosa que me confirma que estoy en el camino justo para mi…aquí va una foto de ese día…
Me gustaría mucho tener la oportunidad de dictar uno de estos talleres aquí en Colombia. Ya casi siento la emoción que me daría hacerlo y quiero escribirlo aquí para entregar al Universo la posibilidad de que este deseo se realice.
Ya escribí varios reflejos sobre mis experiencias en Colombia. Sobre Bogotà está esto (con pocas palabras y algunas fotos) y este otro sobre la frase de John Lennon “la vida es aquello que te pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes” que escribí justo antes de salir de viaje la última vez. Sin embargo los dos reflejos que más me gustaron son los que cuentan mi última estadía en Colombia: tres meses desde la oscuridad a la luz. Aquí va la primera parte y aquí va la segunda parte.
Antes de Terminar, quiero hacer un regalo a un amigo italiano que tiene uno de los mejores restaurantes de Bogotà, el Trattoria Nuraghe, un rinconcito de Italia situado en el pleno centro de la ciudad. Esta es la torta de chocolate que hemos comido hoy…
Voy a terminar el reflejo con un deseo, una frase que ví pegada en la pared de un colegio, bienvenidos a ser felices. Ojalá que este deseo pueda ser valido para todos, para mi y para ustedes.
Hasta el próximo reflejo.
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