Hace un tiempo tuve la suerte de encontrarme con el libro “Yagé, el despertar de Leo” de Juan Camilo Medina, escritor, sanador, sabedor de conocimientos ancestrales y cultura indigena. Desde las primeras paginas el libro me encantó, me emocionó, me hizo vislumbrar lo que hay más allá de la apariencia, y de repente entendí que antes de regresar a Italia sería una muy buena idea encontrar el escritor para entrevistarlo.
Me topé con el libro mientras estaba en “El Arcano”, una hermosa libreria esoterica que se encuentra en Bogotá, Colombia. Amo ese lugar porque alli encontré libros que aportaron a mi crecimiento, como “Manos que Curan” de Barbara Ann Brennan y “La alegría de vivir” del monje tibetano Younguey Mingyour Rinpoché; ahí conoci mi hermanita espiritual Laura, que en común conmigo tiene el signo zodiacal, el ascendente, el hecho de practicar yoga, meditación, de ser músico y de cantar entre otras. El libro “El Alquimista” de Paulo Coelho me enseño que en la vida no existe el azar: LAS COSAS OCURREN POR UNA RAZÓN y hay señales que nos pueden guiar en el camino. Decidí entonces volver a “El Arcano” y ahí encontré ese libro maravilloso sobre el Yagé, también conocido como Ayahuasca, un poderoso remedio indigena que se utiliza bajo la guía de un Taita o Chamán para sanar enfermedades del cuerpo y del espiritu y para conectar con el mundo espiritual. Bastó con tenerlo en mis manos, sin ni siquiera abrirlo, para intuir que tenia un gran poder. Algo dentro de mi fluía hacia el libro y él hacia mi. Deslumbré escuchando una voz que me susuraba “comprame” y, teniendo en cuenta que SIN ESCUCHAR ESTAS INTUICIONES INTERIORES ESTE BLOG NO EXISTIRÍA, decidí obedecer a esta orden tan suave y tierna, pero al mismo tiempo firme.
Desde la primera pagina el libro no te da la posibilidad de dejar de leer y te arrastra en un verdadero infierno:
Así describe Juan Camilo el destino que padecen muchos niños de los barrios populares acá en Colombia: el padre que se suicida frente a él y a sus hermanos reunidos para celebrar su cumpleaños. La misma noche, sin explicación alguna, y mientras aún estaba dormiendo, lo suben a un carro y cuando despierta se encuentra en un orfanato. Ahí padece todo tipo de violencia incluso sexual, hasta cuando se defiende de un educador que intentó violarlo y decide huir. Lleno de esperanza y soñando con una nueva vida, llega al barrio Las Cruces donde descubre que también su progenitora se ha quitado la vida lanzandose de un puente. Desde entonces empieza a vivir en la calle y se vuelve adicto al bazuco, una terrible droga callejera elaborada a partir de los residuos de la cocaina. Un día, mientras está pidiendo limosna en el centro de Bogotá, se da cuenta de que dos indigentes están atracando a una hermosa estudiante universitaria. Él decide entonces enfrentarlos pero termina siendo apuñalado 17 veces.
Cuando despierta cree que está muerto. Sin embargo está vivo, en una clinica de lujo y en frente suyo está Nadeska, la chica que ha salvado. Nadeska resulta ser hija del medico que administra la clinica. Durante tres meses lo visita todos los días y le propone un remedio para superar su addicción a la droga: el santo Yagé. Ahì empieza la historia del viaje a la selva amazonica, la ceremonia sagrada y el infierno de la primera parte del libro se convierte en un paraiso. Hoy Juan Camilo Medina tiene 33 años, es escritor, sanador, comunicador y relacionista público, además de especialista en Programación Neurolinguística.
Su camino me emocionó y me conmovió mucho: en su cremiento reconocí el mio, en la historia de su sanación vislumbré las heridas dejadas por la muerte de mi papá y de mi hermano que gracias a una nueva comprensión del mundo y de mi mismo empezaron a cicatrizar. Su libro me ayudó a recordar que más allá de la incomodidad que pueden causar los habitantes de la calle al pedir limosna, hay miles de historias de pobreza, abandono e injusticia social. Y no solo eso: tal vez el indigente que me está molestando soy yo en una de mis vidas pasadas de las que no tengo el recuerdo. Desde entontes cuestioné que tanto derecho tengo realmente de JUZGAR a quien nació en una situación desafortunada, siendo que son las condiciones en que uno nace y crece las que determinan sus acciones.
Por todo esto decidí contactar a Juan Camilo, no tenía idea por dónde empezar e incluso sentía un poco de temor, pero finalmente decidí de LANZARME. Empecé a investigar y después de varios fracasos un conocido de un amigo me pasó el correo de una corporación en donde podría haber trabajado Camilo en una época. Inesperadamente, tan solo después de dos días, me llegó la siguiente respuesta del mismo Camilo:
“Hola Elvio. Leí tu blog. Por supuesto que podemos encontrarnos.”
Y fue así que me fui a Neiva, en el departamento del Huila en donde vive actualmente Camilo. Pasé cuatro días maravillosos en su casa que se encuentra en medio de la naturaleza, donde él escribe y sana a sus pacientes haciendo uso de sus conocimientos chamanicos. Cuatro días llenos de risas, reflexiones, paseos en la moto por las ardientes calles de Neiva, meditaciones, zambullidas en el rio y más allá de la entrevista, entre nosotros nació una inesperada y linda amistad, al punto que me invitó al cumpleaños de su papá, donde toqué dos canciones para él.
Pero… ¡un momento! ¿Su papá? Si, su papá, porque lo narrado en el libro es un cuento de fantasía.
Si vuelves a leer la entrada, te darás cuenta de que en ningún momento dije que las cosas le pasaron a Camilo. Se trataba solamente de un pequeño engaño que utilicé para reproducir lo que yo experimenté al leer el libro: me lo creí e incluso se lo creyeron los periodistas, que comenzaban sus entrevistas preguntándole si realmente le había pasado lo que contaba.
Sin embargo, hay un trasfondo de verdad: siendo que él fue adoptado, el suicidio de sus padres no representa su muerte física sino la muerte de su rol como progenitores.
También, la historia del orfanato se deriva de una historia real: prometo contarte más acerca de esto pronto. Hay dos horas de material en audio y video para revisar y transcribir. Se tomará tiempo pero vale la pena: durante ocho años, Camilo acudió a sabedores de la tradición indígena de quienes recibió enseñanzas muy valiosas.
Desde Neiva mi viaje siguió hacia el desierto de la Tatacoa. Después de una linda noche bajo un cielo increíblemente estrellado, volví a Neiva para irme a la mañana siguiente a Girardot, ciudad por donde pasa el río Magdalena y de ahí a Carmen de Apicalá. Quiero dejar aquí estas notas como punto de partida para próximos escritos.
Elvio
La librería esotérica “El Arcano” de Bogotá
La casa en Neiva donde Juan Camilo realiza sus trabajos de sanación
El desierto de la Tatacoa
Girardot y el Río Magdalena
Carmen de Apicalá, puesta del Sol
Juan Camilo Medina y yo…
¡hasta el próximo Reflejo!
0 Comments
María
Mag, 29, 2015Una bendición de la naturaleza. Hace tiempo que siento la necesidad de un encuentro con ayahuasca. Pero aún no he hallado quien me guíe en este camino. Quisiera contactar porque me encuentro en unos procesos importantes para mi ser.
desprenderse
Mag, 30, 2015Hola Maria, a veces la intuición y el corazón de uno mismo son la guía más poderosa. Sin embargo entiendo muy bien lo que dices. Que está pasando en tu proceso? Si quieres contar, te escucho con mucho gusto
Alirio
Ago, 2, 2015Gratos recuerdos me llegan de la libreria El Arcano. desde muy joven visite esta librería y fuy muy bien atendido, incluso en horarios y fechas especiales. No entiendo porque no tienen una pagina en internet, donde se pueda buscar, ver y comprar sus libros. O al menos un blog o una pagina en facebook
desprenderse
Ago, 5, 2015Hola Alirio….pero ahora se habla de la libreria en este blog jeje, y….si es un lugar maravilloso. Gracias por tu comentario! Espero sigas siguiendo el blog, un abrazo! 🙂